El parto es un proceso extraordinario que marca el inicio de una nueva vida y la culminación de nueve meses de embarazo. Durante este momento, tu cuerpo se prepara de forma natural para llevar a tu bebé al mundo a través de una serie de etapas predecibles. Cada parto es único, pero todas las mujeres pasan por tres etapas generales: dilatación, expulsión del bebé y alumbramiento de la placenta. A continuación, te explicamos en detalle cada una de estas etapas y lo que puedes esperar en este proceso.
Primera etapa: Dilatación del cuello uterino
La primera etapa del parto es la más larga y se caracteriza por la dilatación del cuello uterino para permitir el paso del bebé. Esta etapa se divide en dos fases: la fase inicial o latente, y la fase activa.
Fase latente
En la fase latente, el cuello del útero comienza a dilatarse lentamente, y las contracciones suelen ser leves e irregulares.
Puedes notar una secreción rosada o sanguinolenta debido a la expulsión del tapón mucoso, que es una de las señales de que el parto está cerca.
A veces, la bolsa amniótica (conocida comúnmente como "romper aguas") puede romperse, liberando el líquido que rodea al bebé.
Si esto sucede, es importante que te comuniques con tu proveedor de salud y vayas al hospital o centro de maternidad.
Durante esta fase, es recomendable que te mantengas activa y trates de relajarte mediante técnicas de respiración, caminatas suaves o baños tibios.
Esta fase puede extenderse por varias horas, particularmente en el caso de una mujer que está experimentando su primer parto. En los partos subsecuentes, esta fase suele acortarse.
A medida que las contracciones se vuelven más regulares y frecuentes, pasas a la siguiente fase.
Fase activa
En esta fase, las contracciones se intensifican, volviéndose más regulares, fuertes y cercanas entre sí.
El cuello uterino continúa dilatándose más rápido, alcanzando entre 6 y 10 centímetros.
Aquí es cuando el trabajo de parto se vuelve más exigente tanto física como emocionalmente, y es común sentir náuseas, calambres en las piernas o presión en la espalda.
Es también el momento adecuado para solicitar opciones de alivio del dolor, como anestesia epidural, si lo deseas.
El cuello del útero debe alcanzar una dilatación de 10 centímetros para que el bebé pueda descender por el canal de parto.
En promedio, esta fase activa puede durar entre 4 y 8 horas. Las técnicas de relajación, como cambiar de posición, caminar o recibir masajes, pueden ayudarte a manejar el malestar durante este tiempo.
Fase de transición
La fase de transición es la parte final y más intensa de la primera etapa.
Aquí, las contracciones son muy fuertes, y pueden durar entre 60 y 90 segundos con intervalos cortos entre ellas.
En esta fase, es posible que sientas una presión intensa en la parte baja de la espalda y en el recto.
Aunque puede ser un momento difícil, esta fase es también la más corta, con una duración de 30 minutos a 2 horas.
Segunda etapa: Nacimiento del bebé
Una vez que el cuello uterino ha alcanzado los 10 centímetros de dilatación, comienza la segunda etapa del parto, en la que finalmente darás a luz a tu bebé.
Aquí es cuando sentirás la necesidad de empujar con cada contracción, y tu equipo médico te guiará para hacerlo de manera efectiva.
Esta fase puede durar entre 20 minutos y dos horas, dependiendo de diferentes factores como si es tu primer parto y la posición del bebé.
El proceso de empujar requiere esfuerzo, pero es también el momento en que el bebé comienza a coronar, lo que significa que su cabeza se vuelve visible a través de la abertura vaginal.
A medida que empujas, es común sentir una sensación de ardor o escozor cuando la cabeza del bebé pasa por el canal de parto.
Tu proveedor de salud monitoreará tanto tu progreso como el del bebé.
Es posible que se realice una episiotomía, que es un pequeño corte en la abertura vaginal para facilitar el nacimiento, aunque esta práctica se utiliza menos frecuentemente hoy en día.
En este momento, la cabeza del bebé saldrá primero, seguida de los hombros y el resto del cuerpo.
Finalmente, el médico cortará el cordón umbilical, marcando la llegada de tu bebé al mundo.
Tercera etapa: Alumbramiento de la placenta
Después de que tu bebé ha nacido, comienza la tercera y última etapa del parto, que es la expulsión de la placenta.
Aunque puede parecer menos importante que el nacimiento del bebé, este paso es fundamental para completar el proceso de parto.
Durante esta etapa, el útero continuará contrayéndose, aunque de manera menos intensa, para permitir que la placenta se desprenda de la pared uterina.
Estas contracciones suelen comenzar unos 5 a 10 minutos después del nacimiento del bebé, y el proceso completo de expulsión de la placenta puede durar entre 5 y 30 minutos.
Tu proveedor de salud puede aplicar presión en tu abdomen o tirar suavemente del cordón umbilical para ayudar a la expulsión.
Es normal sentir escalofríos o temblores después de que la placenta ha sido expulsada, lo cual es una reacción natural del cuerpo y no debe ser motivo de preocupación.
Consejos para un parto positivo
Prepararse para el parto no solo implica comprender las etapas del proceso, sino también tomar medidas para que la experiencia sea lo más positiva posible.
Aquí te dejamos algunos consejos útiles:
- Infórmate: Asistir a clases de preparación para el parto y hablar con tu proveedor de salud te dará confianza y reducirá la ansiedad.
- Alivio del dolor: No dudes en usar técnicas de respiración, compresas frías o calientes, y analgésicos si los necesitas.
- Comodidad en la sala de parto: Lleva contigo objetos que te hagan sentir cómoda, como almohadas, música relajante o aceites de aromaterapia.
- Movimiento: Cambiar de posición frecuentemente puede aliviar el malestar y ayudar a que el parto avance. Caminatas cortas, usar una pelota de parto o simplemente moverte en la cama son buenas opciones.
- Confía en tu cuerpo: Tu cuerpo está diseñado para dar a luz, confía en que puedes hacerlo.
Cada parto es una experiencia única, pero comprender el proceso y estar preparada te ayudará a enfrentarlo con mayor seguridad y tranquilidad.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el "tapón mucoso" y cuál es su función durante el embarazo?
Esta sustancia densa y gelatinosa se forma para sellar el canal cervical, creando una barrera que impide la entrada de bacterias y otros agentes infecciosos al útero. De esta manera, ayuda a resguardar al feto y a mantener el ambiente uterino seguro. Su expulsión puede ser una señal temprana de que el parto se está acercando.
¿Es normal experimentar contracciones sin estar en trabajo de parto?
Sí, las contracciones de Braxton Hicks son contracciones irregulares y normalmente indoloras que pueden ocurrir durante el embarazo. Son una forma en que el útero se prepara para el parto, pero no indican que el trabajo de parto haya comenzado.
¿Cuáles son los signos de que el trabajo de parto ha comenzado?
Los signos incluyen contracciones regulares que aumentan en intensidad, la ruptura de la bolsa amniótica (romper aguas), y la dilatación progresiva del cuello uterino. También puede haber una secreción sanguinolenta cuando el cuello comienza a abrirse.
National Institutes of Health (2019). ¿Cuáles son las etapas del trabajo de parto? En: https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/labor-delivery/informacion/etapas