Operación de próstata con láser: qué debes saber
 
                                                            
Cuando la próstata crece más de lo esperado —lo que los médicos llaman hiperplasia prostática benigna (HBP)— no solo cambia la forma en la que orinas: cambia la forma en la que vives. Dormir mal por levantarte varias veces en la noche, organizar salidas buscando siempre un baño cerca o sentir que “nunca terminas de vaciar” puede desgastar el ánimo y afectar tu rutina. Si los medicamentos ya no surten efecto o te dan efectos secundarios difíciles de llevar, tal vez tu urólogo te proponga una operación de próstata con láser.
Este texto está pensado para informarte y prepararte para ese momento. No pretende sustituir la conversación con tu equipo médico; busca darte claridad y calma: qué es exactamente la cirugía con láser, en qué casos se indica, qué técnicas existen, cómo es el paso a paso, qué beneficios esperar, cuáles son los riesgos y cómo es la recuperación realista, con consejos prácticos para que llegues a la decisión con información aterrizada.
Importante: aquí hablamos de cirugía con láser para hiperplasia prostática benigna (agrandamiento no canceroso). No es lo mismo que la prostatectomía radical, una operación mayor para el cáncer de próstata; ambos problemas comparten el órgano pero son rutas clínicas diferentes.
¿Qué es la cirugía de próstata con láser?
La cirugía de próstata con láser es un procedimiento endoscópico y mínimamente invasivo que se realiza a través de la uretra, sin cortes externos. El objetivo es desobstruir la salida de la orina al retirar o vaporizar el tejido interno de la próstata que estrecha el canal.
Para entenderlo con una imagen sencilla, piensa en la próstata como una naranja: la cáscara sería la “cápsula” externa; el “gajo” central que crece y tapa el conducto urinario sería el adenoma o tejido hiperplásico que se quiere retirar. Las distintas técnicas con láser buscan crear un pasaje amplio para que la orina fluya con menos resistencia y desaparezcan los síntomas de obstrucción (chorro débil, vaciamiento incompleto, goteo, urgencia y nocturia).

¿Qué hace el láser dentro de la próstata?
Depende de la técnica utilizada:
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Vaporización: el láser desintegra el tejido —como si “evaporara” capas superficiales— hasta abrir un canal suficiente (ejemplo: fotovaporización prostática con láser verde o GreenLight). 
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Enucleación: el láser despega el adenoma de la cápsula prostática y lo separa en uno o varios lóbulos; luego un dispositivo llamado morcelador lo fragmenta dentro de la vejiga para extraerlo (ejemplos: HoLEP, enucleación con láser de holmio, y ThuLEP, enucleación con láser de tulio). 
 
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Ambos enfoques comparten beneficios de la cirugía mínimamente invasiva: menos sangrado que las técnicas tradicionales, catéter por menos tiempo y, con frecuencia, alta hospitalaria el mismo día o al día siguiente.
¿Cuándo se recomienda la cirugía con láser?
Tu urólogo puede proponerla si tienes síntomas moderados o severos de HBP que afectan tu calidad de vida, complicaciones relacionadas con la obstrucción o falla/efectos adversos del tratamiento médico. En términos prácticos, suele indicarse cuando ocurre una o varias de estas situaciones:
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Retención urinaria (incapacidad para orinar) o episodios repetidos que obligan a usar sonda. 
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Infecciones urinarias a repetición debido al vaciamiento incompleto. 
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Cálculos en la vejiga (piedras) producidos por estasis de orina. 
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Sangrado prostático que reaparece. 
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Afectación renal (hidronefrosis) o dilatación de vías urinarias por obstrucción. 
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Falla terapéutica: persistencia de síntomas pese a fármacos (alfa-bloqueadores, inhibidores de la 5-alfa reductasa, etc.) o intolerancia a esos fármacos. 
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Preferencia del paciente por una solución más definitiva tras evaluar beneficios y riesgos. 
Además, ciertas condiciones clínicas hacen que el láser sea especialmente atractivo:
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Próstatas grandes: la enucleación (HoLEP o ThuLEP) es muy eficaz incluso cuando la glándula es muy voluminosa. 
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Tratamiento anticoagulante o antiagregante: muchos centros reportan perfiles de sangrado favorables con láser bajo protocolos estrictos (la decisión es individual y coordinada con cardiología/medicina interna). 
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Necesidad de recuperación rápida: la menor estancia y el retiro precoz del catéter ayudan a retomar antes la actividad cotidiana. 

Tipos de técnicas con láser: cómo elegir la más adecuada
No existe una única técnica “mejor” para todos. La elección depende del tamaño de la próstata, tu historia clínica, tus prioridades (por ejemplo, fertilidad o preservación de eyaculación) y, algo clave, de la experiencia del equipo con cada tecnología.
A continuación, las técnicas más utilizadas y lo que distingue a cada una:
1) Enucleación con láser de holmio (HoLEP)
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Qué es: separación en bloque del adenoma de la cápsula prostática con láser de holmio; posteriormente, el tejido se fragmenta (morcela) y se extrae. 
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Fortalezas: - 
Versatilidad: funciona bien en todos los tamaños, incluso próstatas muy grandes. 
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Durabilidad: tasas bajas de reintervención a largo plazo. 
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Hemostasia: menor sangrado que técnicas tradicionales. 
 
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Posibles efectos posteriores: eyaculación retrógrada (frecuente en cirugías para HBP), irritación urinaria transitoria y, en casos puntuales, incontinencia leve y temporal (más común en próstatas gigantes, mejora con ejercicios de piso pélvico). 
 
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2) Fotovaporización prostática (PVP/GreenLight)
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Qué es: vaporización del tejido con láser verde, capa a capa, hasta abrir un pasaje amplio. 
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Fortalezas: - 
Muy bajo sangrado. 
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Catéter por poco tiempo y alta con rapidez. 
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Recuperación inicial cómoda. 
 
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Consideraciones: - 
En próstatas muy grandes puede requerir más tiempo de vaporización o combinarse con otras técnicas. 
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Al no obtenerse tejido “en bloque”, no es una técnica diseñada para análisis patológico extenso (aunque sí puede enviarse material vaporizado o resecciones complementarias cuando se requiere diagnóstico). 
 
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3) Enucleación con láser de tulio (ThuLEP)
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Qué es: técnica de enucleación similar a HoLEP, utilizando láser de tulio. 
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Fortalezas y consideraciones: - 
Perfil muy parecido a HoLEP en términos de desobstrucción y durabilidad. 
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La elección entre holmio o tulio suele depender de la disponibilidad y experiencia del equipo quirúrgico. 
 
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¿Y otras alternativas mínimamente invasivas?
Hay procedimientos no láser (implantes uretrales, ablación con vapor de agua, entre otros) que pueden ser opción en próstatas pequeñas/medianas o en perfiles muy específicos. También existe la resección transuretral clásica (TURP) y la cirugía abierta o laparoscópica en situaciones seleccionadas. Tu urólogo te ayudará a comparar beneficios, riesgos y expectativas de cada opción frente a tu caso.
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Preparación para la cirugía: qué esperar antes del día “D”
La preparación ordena el proceso, reduce riesgos y te da control sobre lo que va a ocurrir. Estos son los pasos habituales:
Evaluación clínica
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Historia y examen físico, incluido tacto rectal cuando corresponde. 
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Cuestionarios de síntomas (por ejemplo, puntaje de IPSS) para medir cómo te afecta la HBP. 
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Análisis de orina (descartar infección) y sangre (función renal, hemoglobina, coagulación si aplica). 
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Imágenes: ecografía para volumen prostático y residuo posmiccional; a veces uroflujometría para medir el flujo urinario. Algunas personas requieren cistoscopia para ver la uretra y el interior de la vejiga si hay dudas. 
 
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Revisión de medicamentos
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Anticoagulantes/antiagregantes: el equipo define un plan personalizado (suspensión temporal, puente, ajustes), coordinado con cardiología o medicina interna. 
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Antihipertensivos y antidiabéticos: se optimiza el control antes de la cirugía. 
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Suplementos/herbales: informa todo lo que tomas; algunos productos naturales también influyen en la coagulación. 
 
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Educación y consentimiento
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Repasar alternativas (seguir con fármacos, TURP, otros procedimientos mínimamente invasivos). 
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Aterrizar beneficios esperables, efectos secundarios y posibles complicaciones. 
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Aclarar expectativas sobre eyaculación retrógrada y fertilidad si es relevante para ti. 
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Resolver dudas logísticas (ingreso, acompañante, alta, controles). 
 
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Preparación práctica
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Organización en casa para los primeros días: hidratación, reposo relativo, evitar cargar peso, acceso a baños. 
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Ropa cómoda y suelta el día del procedimiento. 
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Si vives lejos, planifica traslado seguro y acompañamiento la primera noche. 
 
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¿Cómo es la operación paso a paso?
Aunque cada centro tiene sus matices, el recorrido suele ser semejante:
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Ingreso y anestesia - 
Llegarás en ayunas. La anestesia puede ser regional (raquídea) o general, según tu evaluación y la preferencia del equipo. 
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Te monitorizarán signos vitales y se colocará una vía venosa. 
 
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Acceso endoscópico - 
El cirujano introduce un instrumento delgado por la uretra (resector o vapo-resector) con una cámara que permite ver la próstata y la vejiga. 
 
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Aplicación del láser - 
Vaporización: el cirujano “va comiendo” el tejido capa por capa hasta abrir el canal. 
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Enucleación: el cirujano despega el adenoma de la cápsula con la energía del láser y lo empuja hacia la vejiga, donde se morcela y extrae. 
 
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Control de hemostasia - 
El láser sella vasos a medida que corta; al final se revisan y coagulan los puntos de sangrado. 
 
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Colocación de catéter - 
Se deja un catéter vesical para drenar orina y, si es necesario, irrigación continua suave para evitar coágulos. 
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En centros con protocolos ERAS (recuperación mejorada tras cirugía), el catéter suele retirarse en 24–48 horas o incluso antes. 
 
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Recuperación inmediata - 
Pasarás a una sala de recuperación. Si todo evoluciona bien, muchas personas se van a casa el mismo día o al siguiente. 
 
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Beneficios de la cirugía con láser frente a la TURP o a la cirugía abierta
La evidencia clínica comparativa resalta ventajas que, como paciente, se traducen en una experiencia menos pesada y en una vuelta más rápida a tu vida cotidiana:
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Menor sangrado intraoperatorio y menor necesidad de transfusión. 
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Menos tiempo con catéter (a menudo 24–48 h). 
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Alta más temprana (ambulatoria o una noche de hospital). 
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Recuperación inicial más llevadera (menos días con molestias intensas). 
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Alivio sintomático robusto y sostenido. 
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En el caso de enucleación (HoLEP/ThuLEP), muy baja tasa de reintervención a medio y largo plazo, incluso en próstatas grandes. 
Es importante recordar que TURP sigue siendo una técnica válida y efectiva en muchos escenarios. La elección final entre TURP, láser u otras alternativas debe individualizarse.
Riesgos y complicaciones: qué tan frecuentes son y cómo se manejan
Toda cirugía tiene riesgos. Con el láser, la mayoría de complicaciones son infrecuentes y, en gran parte, transitorias o manejables:
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Sangrado: leve y autolimitado en orina durante los primeros días. Rara vez se presentan coágulos que requieran irrigación o revisión. 
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Irritación urinaria: necesidad de orinar con más frecuencia, escozor o urgencia; mejora en días o pocas semanas. 
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Infección urinaria: más probable si el catéter permanece varios días; se trata con antibióticos cuando corresponde. 
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Retención urinaria tras retirar el catéter: a veces se recoloca por corto tiempo hasta que la inflamación cede. 
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Estrechez uretral / esclerosis del cuello vesical: cicatrices que estrechan el conducto; pueden requerir dilatación o cirugía menor. 
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Incontinencia urinaria: poco común y, cuando aparece, suele ser temporal; los ejercicios de piso pélvico aceleran la recuperación. 
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Eyaculación retrógrada: muy frecuente tras procedimientos para HBP (el semen va hacia la vejiga y se elimina con la orina). No afecta el placer ni la erección, pero sí la fertilidad. 
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Disfunción eréctil: el impacto directo del láser sobre la erección es bajo; si aparece, a menudo se relaciona con factores previos, transitorios o de salud general. 
Tu equipo ajustará las medidas preventivas (antibióticos, hemostasia cuidadosa, manejo del catéter, instrucción en ejercicios de Kegel) y te dirá cuándo consultar.
Recuperación: cronograma realista y autocuidados
Primeras 48 horas
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Posible sangrado leve y ardor al orinar. 
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Hidrátate con agua (salvo indicación contraria), camina dentro de casa y evita esfuerzos. 
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Si tienes catéter, aprende a manipular la bolsa y observa el color de la orina. 
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Descansa, pero levántate varias veces para movilizarte y prevenir coágulos en las piernas. 
 
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Semana 1–2
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La orina se aclara y el flujo mejora. 
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Puedes sentir urgencia o necesidad de ir más seguido; suele ser temporal. 
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Evita cargar peso, manejar bicicleta o hacer ejercicio vigoroso. 
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No tengas relaciones sexuales hasta que el equipo lo autorice (a menudo 2–3 semanas). 
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Empieza o continúa ejercicios de piso pélvico si te los indicaron. 
 
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Semana 3–4
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Muchas personas se reincorporan al trabajo de oficina; si tu labor requiere esfuerzo físico, consúltalo. 
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Las molestias urinarias decrecen de forma notable. 
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Control médico para evaluar evolución y, si corresponde, ajustar o suspender medicación para la HBP. 
A partir de la semana 6–8
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La mejoría en chorro y vaciamiento suele consolidarse. 
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Si persiste irritación o escapes, tu equipo puede intensificar ejercicios, fisioterapia del piso pélvico o tratamientos de apoyo. 
Señales de alarma
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Fiebre (≥38 °C). 
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Incapacidad para orinar o dolor intenso en bajo vientre. 
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Coágulos persistentes o sangre abundante. 
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Malestar general marcado o debilidad. 

Vida sexual y fertilidad: lo que conviene saber
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La eyaculación retrógrada es el efecto más frecuente en la esfera sexual luego de cirugía para HBP: el orgasmo ocurre, pero el semen no sale al exterior. Si la fertilidad es una prioridad, coméntalo con tu urólogo antes de la cirugía para valorar alternativas. 
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La erección suele preservarse; si notas cambios, explóralos en el control: a veces se relacionan con estrés, miedo al dolor o condiciones previas que pueden tratarse. 
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Retomar la actividad sexual suele ser seguro a las 2–3 semanas (según evolución). La comunicación con tu pareja ayuda a recuperar la confianza. 
Consejos prácticos para decidir sin perderte
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Pide que te expliquen tu anatomía y el plan con un dibujo; ver el “antes y después” del canal urinario ayuda más de lo que parece. 
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Consulta por la experiencia del equipo con la técnica propuesta (volumen anual de casos, complicaciones, tiempos de catéter y estancia). 
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Alinea expectativas: qué mejorará primero, qué puede tardar, qué efectos son probables (por ejemplo, eyaculación retrógrada). 
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Planifica la logística (traslados, acompañante, días de descanso). 
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Optimiza tu salud antes de operar: controla presión, glucosa, evita estreñimiento, deja de fumar si es tu caso. 
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Registra tus síntomas (diario miccional, número de veces que orinas, urgencias nocturnas); comparar el “antes” y el “después” te dará claridad. 
Cierre: elegir con calma, decidir con confianza
La HBP no es una urgencia de un día para otro, pero sí es un problema que te acompaña todos los días. Si llegaste hasta aquí, probablemente buscas una solución que te devuelva el sueño, te quite la prisa por encontrar un baño y te permita enfocarte en lo importante. La cirugía con láser puede ser esa solución para muchas personas: menos sangrado, tiempos más cortos con sonda y una recuperación que, en general, se siente más amable.
Tomarte el tiempo de informarte, anotar tus preguntas y conversar sin apuro con tu urólogo es parte del tratamiento. Decidas lo que decidas —seguir con medicamentos, optar por una terapia mínimamente invasiva o programar tu cirugía— que sea una decisión compartida, basada en lo que necesitas hoy y en cómo quieres vivir mañana. Aquí estamos para acompañarte en ese proceso con información clara y trato humano.
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Bibliografía / Referencias
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Mayo Clinic (Estados Unidos). Cirugía con láser para la próstata agrandada (enlarged prostate). 
- 
National Health Service – NHS (Reino Unido). Laser surgery for an enlarged prostate (incluye HoLEP, GreenLight, ThuLEP). 
- 
Cleveland Clinic (Estados Unidos). HoLEP: Holmium Laser Enucleation of the Prostate. https://my.clevelandclinic.org/health/treatments/22377-holep 
- 
American Urological Association – AUA (Estados Unidos). Guideline: Management of Benign Prostatic Hyperplasia (BPH) – opciones quirúrgicas incluidas terapias con láser. https://www.auanet.org/guidelines-and-quality/guidelines/benign-prostatic-hyperplasia 
- 
European Association of Urology – EAU (Europa). Información para pacientes: tratamientos con láser para el agrandamiento prostático benigno. https://patients.uroweb.org/en/treatments/laser-treatments-for-benign-prostatic-enlargement/ 
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MedlinePlus (U.S. National Library of Medicine – National Institutes of Health). Prostate surgery – información para pacientes. 

 
                                                                         
                                                                         
                                                                         
                                    

 
                                                