ICSI: Todo lo que necesitas saber sobre la inyección intracitoplasmática de espermatozoides
Por: Auna
Sep 10, 2025 2:42:26 PM
Tomar la decisión de iniciar un tratamiento de fertilidad puede generar ilusión, preguntas y también temores. La ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides) es una técnica que ayuda especialmente cuando hay dificultades en el semen para lograr la fecundación. En este artículo te explicamos con lenguaje sencillo qué es la ICSI, cuándo se indica, cómo es el proceso paso a paso, sus ventajas y riesgos, sus limitaciones y qué resultados esperar de este proceso.
¿Sin tiempo para leer? Escucha el audio:
¿Qué es la ICSI y en qué consiste?
La ICSI es un procedimiento que se realiza dentro de un ciclo de fecundación in vitro (FIV). La gran diferencia con la FIV convencional es cómo se une el espermatozoide con el óvulo:
En FIV convencional, muchos espermatozoides se colocan alrededor del óvulo y se espera a que uno lo fecunde por sí solo.
En ICSI, el embriólogo selecciona un único espermatozoide y lo inyecta directamente en el interior del óvulo utilizando una microaguja y un microscopio especial.
¿Por qué es útil? Porque reduce el riesgo de que no haya fecundación cuando el semen tiene problemas de cantidad, movimiento o forma de los espermatozoides; o cuando el espermatozoide se obtuvo mediante una cirugía (por ejemplo, una biopsia testicular). Con los años, la ICSI también se ha usado en otros escenarios, pero la evidencia científica recuerda que su mayor beneficio se ve sobre todo cuando hay factor masculino y que, fuera de ese contexto, debe evaluarse caso por caso, ya que es un procedimiento más complejo que la FIV convencional.
En el laboratorio, hay detalles técnicos que se están estudiando para hacer la ICSI de la manera más segura y eficaz posible. Por ejemplo, se analizan la posición en la que queda el espermatozoide dentro del óvulo y el volumen que se aspira con la micropipeta, para entender si eso afecta la tasa de fecundación y el desarrollo temprano del embrión hasta blastocisto.
Infertilidad masculina: por qué la ICSI puede ser la mejor opción
La ICSI nació para solucionar barreras de fecundación cuando el espermatozoide no logra entrar al óvulo por sí solo. Suele recomendarse cuando:
Hay bajo conteo de espermatozoides.
La movilidad es insuficiente para que el espermatozoide llegue y penetre el óvulo.
La morfología (forma) está alterada.
Se usan espermatozoides obtenidos por cirugía (p. ej., en casos de obstrucción).
En estos contextos, inyectar directamente un espermatozoide seleccionado aumenta la probabilidad de obtener embriones y continuar el tratamiento. Fuera del factor masculino claro, el equipo médico suele valorar si realmente añade ventaja frente a la FIV convencional, precisamente porque implica más trabajo de laboratorio y mayor costo.
Proceso de la ICSI paso a paso: desde la estimulación hasta la transferencia
El esquema puede variar según la clínica y tu historia clínica, pero de manera general el flujo es el siguiente:
1. Evaluación inicial y plan
Se revisan tus antecedentes y exámenes (hormonas, ecografías, estudios del semen).
Con esa información, el equipo define si conviene usar ICSI en todo el ciclo, en parte de los óvulos o si basta con FIV convencional.
Aquí también se conversa sobre costos, probabilidades de éxito y posibles alternativas.
2. Estimulación ovárica
La paciente que aportará los óvulos recibe hormonas durante unos 9–12 días para que maduren varios folículos (en lugar de uno solo como en un ciclo natural).
Con ecografías y análisis se ajusta la medicación hasta programar la inyección de maduración final.
3. Punción ovárica y muestra de semen
Aproximadamente 36 horas después de esa inyección, se realiza la punción ovárica: un procedimiento ambulatorio con sedación breve para aspirar los óvulos bajo guía ecográfica.
Ese mismo día se recoge la muestra de semen o se usa una muestra congelada o recuperada quirúrgicamente según el caso.
4. Fecundación en el laboratorio (ICSI)
En ICSI, el embriólogo elige un espermatozoide con buena movilidad y aspecto, lo inmoviliza suavemente y lo inyecta dentro del óvulo con una micropipeta.
Este es el punto donde detalles técnicos (por ejemplo, el volumen de aspiración o la posición final del espermatozoide al liberarlo dentro del óvulo) pueden influir en los resultados; por eso los equipos siguen protocolos estandarizados y control de calidad.
5. Cultivo embrionario
Los ovocitos fecundados se controlan a las pocas horas y, si todo va bien, se cultivan en incubadoras especiales hasta el día 5–6, cuando llegan al estadio de blastocisto.
Aquí se valora la calidad de los embriones y se decide cuáles transferir primero y cuáles congelar para intentos futuros.
6. Transferencia embrionaria
Usualmente se transfiere un solo blastocisto para evitar embarazos múltiples. La transferencia es un procedimiento breve, normalmente sin anestesia.
Si hay embriones adicionales de buena calidad, se vitrifican (congelan) para una transferencia diferida cuando corresponda.
7. Prueba de embarazo y controles
Entre 10 y 14 días después de la transferencia se solicita una β-hCG en sangre. Si es positiva, se programa una ecografía semanas después para confirmar el embarazo clínico.
Resumen práctico: la ICISI no reemplaza al resto del ciclo de FIV; es una etapa dentro del proceso. Tu equipo definirá si usarla o no y en qué proporción de ovocitos, según la calidad del semen, tu edad, reserva ovárica y los objetivos del tratamiento.
Ventajas de la ICSI frente a otros tratamientos de fertilidad
Evita fallas de fecundación por factor masculino. Es la razón principal para indicarla: aumenta la probabilidad de obtener embriones aun con semen de baja calidad o recuperado por cirugía.
Permite personalizar la estrategia. En algunos ciclos se realiza ICSI solo en una parte de los óvulos y FIV convencional en el resto, según la evaluación del laboratorio.
Mejora de la técnica a lo largo del tiempo. La investigación continua busca estandarizar pasos críticos (por ejemplo, posición del espermatozoide al inyectarlo) para que los resultados sean más consistentes entre laboratorios.
Riesgos y posibles complicaciones de la ICSI
De la estimulación ovárica y la punción: dolor pélvico transitorio, sangrado leve, infección o, con poca frecuencia, síndrome de hiperestimulación ovárica. Estos riesgos son propios del ciclo de FIV en general, no exclusivos de ICSI, y se reducen con protocolos modernos y monitoreo cercano.
Del propio acto de microinyección: la literatura menciona preocupaciones teóricas sobre un posible daño a gametos por la manipulación; por ello se recomienda que la ICSI se reserve para los casos en los que aporta un beneficio real (p. ej., factor masculino) y que la realicen equipos experimentados.
Del embarazo tras FIV: como en cualquier FIV, los riesgos obstétricos dependen de la edad, la salud general y la historia reproductiva de la paciente.
Contraindicaciones y limitaciones de la técnica
Más que contraindicaciones “absolutas” de ICSI, lo crucial es indicarla bien:
Si no hay factor masculino claro, podría no aportar ventajas frente a FIV convencional y sí aumentar el costo y la complejidad del ciclo.
Cualquier condición médica que lleve a posponer un ciclo de FIV (por ejemplo, enfermedades mal controladas) también aplica para un ciclo que incluya ICSI, porque la ICSI es una fase dentro de la FIV.
La ICSI requiere embriólogos capacitados y protocolos estandarizados; por eso es tan importante elegir centros con controles de calidad y buena trazabilidad de resultados.
Resultados de la ICSI: qué tasas mirar y de qué dependen
Cuando escuchamos “tasas de éxito”, es fácil perderse entre conceptos. Te proponemos mirarlas en tres niveles:
Resultados de laboratorio
Tasa de fecundación: qué porcentaje de óvulos inyectados logra convertirse en cigotos correctamente fecundados.
Desarrollo a blastocisto: cuántos de esos embriones alcanzan el día 5–6 en buenas condiciones. Estas tasas dependen de la calidad de los óvulos y del semen, y de cómo se ejecuta la ICSI. Por eso hay estudios que miden parámetros como el volumen de aspiración y la posición del espermatozoide al inyectarlo.
Resultados clínicos
Tasa de embarazo clínico por transferencia (confirmado en ecografía).
Tasa de nacido vivo. El protocolo de BMJ Open recuerda que, fuera del factor masculino, no debe asumirse que la ICSI sea superior a la FIV convencional; se necesitan ensayos robustos para responder esa pregunta con certeza.
Factores que más influyen
Edad y reserva ovárica (AMH, recuento folicular): determinan número y calidad de óvulos.
Calidad del semen y método de selección espermática.
Experiencia del laboratorio y estandarización del procedimiento.
Número de embriones disponibles para transferencias futuras (lo que suma probabilidades a lo largo de varios intentos).
Mensaje importante: con factor masculino, la ICSI suele ser la opción preferida para no perder el ciclo por falta de fecundación. En otros escenarios, el equipo médico debe personalizar la estrategia para equilibrar beneficio, complejidad y costo.
Consejos prácticos antes de empezar
Pide un plan por escrito: protocolo de estimulación, si usarán ICSI o FIV (o ambos), cuántos embriones planean transferir, qué pasará con los embriones excedentes y si consideran PGT-A.
Aclara el presupuesto completo: qué incluye el paquete, medicamentos, FET, almacenamiento y posibles costos extra de laboratorio.
Alinea expectativas: tu equipo te explicará la probabilidad real según tu edad, tu reserva ovárica, la calidad embrionaria y el antecedente de tratamientos previos.
Cuida tu salud integral: sueño, alimentación, manejo del estrés y adherencia a la medicación ayudan a transitar mejor el proceso.
En Auna entendemos que decidir un tratamiento de fertilidad no es solo un asunto médico, sino también emocional y personal. La ICSI es una técnica que ha transformado la vida de muchas familias, sobre todo cuando existe un factor masculino que dificulta la fecundación. Bien indicada y realizada en manos expertas, puede ofrecer la tranquilidad de seguir adelante en el camino hacia la maternidad o paternidad.
Si estás pensando en dar este paso, recuerda que no tienes que recorrerlo solo. Lo más importante es contar con un equipo médico que escuche tus dudas, te oriente con claridad y te acompañe en cada etapa.
Zheng D, et al.Intracytoplasmic sperm injection (ICSI) versus conventional in vitro fertilisation (IVF) in couples with non-severe male infertility (NSMI-ICSI): protocol for a multicentre randomised controlled trial.BMJ Open. 2019. Disponible en: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC6773417/