¿Tiempo de no hacer nada?

Los niños en edad escolar están de vacaciones.
Los días libres significan no solo diversión y entretenimiento, sino un alto en el trabajo (porque estudiar, además de un deber es un trabajo) necesario y esperado.
Es importante que estos días de vacaciones escolares no sean un pretexto para vagabundear, sino que sirvan de verdadero descanso para volver a las aulas con energía renovada. De eso tienen que ocuparse los padres, ofreciendo a los hijos cosas que hacer, que eviten una sensación de abandono y dejadez. El niño debe saber que sus padres siempre están pendientes de él, sea para hacer sus tareas escolares cuando las tengan, o para solicitarle esas ayudas que hacen sentirse importantes a los chicos.
Es lógico que el niño quiera disfrutar de sus vacaciones plenamente y ocupar el tiempo como mejor le parezca; son SUS vacaciones. No se trata de llenar sus momentos y “aprovechar” que está libre y cargarlo de cosas. Él deberá entender que tiene que administrar su tiempo de ocio y así irá formándose.
Las vacaciones no significan o “no hacer nada” o “hacer lo que se venga en gana”. Suponen gozar con racionalidad de mayor tiempo libre, disfrutarlo, saber que es un premio y compartirlo. Desde niño ha de entender que las tareas diarias, no tienen “vacaciones” y que hay cosas que cumplir siempre por menudas que sean. Las vacaciones de Fiestas Patrias tienen que ser un tiempo de aprender. De aprender en la casa, de los padres, de aprender en familia. De crecer.
De eso puede no darse mucha cuenta el niño, pero tiene que ser un tiempo que se quede grabado en su memoria, como un tiempo feliz. Tiempo de diversión, de crecimiento, de familia y amigos, pero a la vez, de responsabilidades aunque sean pequeñas.
De los padres depende que estas vacaciones sean únicas e imborrables en el recuerdo de sus hijos y no se conviertan en un tiempo vacío y que la respuesta a “¿qué hiciste durante tus vacaciones?”, sea “¡Nada!”.