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Sida
Categoría | ABC
12/04/2016

Sida

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¿Qué es?
El SIDA es la etapa final de la infección por VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) que produce un grave daño al sistema inmunitario humano.
El VIH es el virus de la inmunodeficiencia humana, que es un llamado lentivirus, es decir un virus cuyo período de incubación es muy largo y que proviene de la familia Retroviridae.
El virus, al atacar el sistema inmunitario permite que enfermedades que en el caso de individuos sanos no creaban problemas mayores, sean destructivas y mortales en pacientes contagiados con VIH.
¿Cómo se ocasiona?
El VIH se adquiere por contagio y el SIDA, su etapa final, es consecuencia de éste. Se contagia de persona a persona, por medio de la sangre, el semen, los flujos vaginales y por la leche materna.
Se transmite a través del contacto sexual (que incluye el sexo vaginal, anal y oral); a través de la sangre (transfusiones o el uso compartido de agujas). La madre puede transmitir el virus a través de la circulación sanguínea con el feto y en la leche materna al bebé.
¿Cuáles son los síntomas?
Es importante decir que el SIDA empieza con una infección de VIH. Las personas infectadas por el virus probablemente no ofrecerán ningún síntoma durante diez años o más; sin embargo transmiten la infección a otros durante este lapso. Al no detectarse a tiempo la infección, el sistema inmunitario se va a debilitar paulatinamente para desarrollar el SIDA.
Los síntomas del SIDA son resultado de infecciones que normalmente no se desarrollan en personas con sistemas inmunitarios sanos, llamadas “oportunistas”.
Lo más común es que el paciente presente fiebre, escalofríos, sarpullido, inflamación en los ganglios linfáticos, sudores (especialmente por la noche), debilidad y pérdida de peso, erupciones cutáneas, dolor de garganta y síntomas parecidos a los de la gripe. Los pacientes pueden desarrollar enfermedades como tuberculosis o cánceres como el sarcoma de Kaposi.
Tratamiento
Es un médico quien debe diagnosticar y tratar la enfermedad. El paciente tiene que hacerse la llamada prueba de ELISA (análisis de sangre que permite determinar la presencia del virus VIH), la que dará al profesional la posibilidad de diagnosticar acertadamente.
El SIDA se puede diagnosticar también si la persona presenta una de las infecciones “oportunistas” que ocurren más comúnmente en aquellos con infección por VIH. Estas infecciones son poco frecuentes en personas que tienen el sistema inmunitario sano.
Se emplean terapias antirretrovirales, las que inhiben la replicación del virus VIH en el organismo, pero hasta el momento no se ha encontrado una cura para el SIDA y sin tratamiento, siempre es mortal.
Repetimos que es el médico quien tiene que tratar la enfermedad y monitorearla, para prolongar la vida y producir una mejor calidad de esta en el paciente.
¿Cómo se previene?
La prevención del SIDA implica hábitos de vida sanos y evitar toda ocasión de contagio.
Es importante anotar que el SIDA no se contagia por el contacto casual como un abrazo, la participación en deportes, los mosquitos o tocar cosas que hayan sido tocadas antes por una persona infectada por el virus.
La mejor prevención es estar siempre alerta, pues como ya vimos, al principio y por un tiempo largo el VIH no produce síntomas, lo que puede inducirnos al descuido. Prevención = precaución.

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