Aunque a veces se los usa como sinónimo, son dos estados diferentes. Cuando uno se marea, lo más probable es que se sienta aturdido o que va a perder el equilibrio. El vértigo es cuando siente que, por ejemplo, la habitación donde se encuentra gira a su alrededor.
Las causas de los mareos pueden ser variadas: hay personas que se levantan demasiado rápido de estar sentadas o echadas; la deshidratación o el descenso brusco de la presión arterial también pueden producirlos. Los mareos por lo general se pueden controlar rápidamente y es común la expresión: “Sentí que me mareaba, pero ya me pasó”. Si hay mareos con frecuencia, puede tratarse del síntoma de una enfermedad y lo mejor es consultar a un médico.
Hay personas que se marean cuando están en un vehículo en movimiento y es muy comentado el mareo que ocurre en las embarcaciones que se mueven mucho. Este puede llegar a producir malestar y vómitos en la persona. Se conoce como “mareo de tierra” el que se siente luego de haber pasado algún tiempo en una embarcación y parece que la tierra se moviera.
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El vértigo hará sentir como si la habitación y todo alrededor girara. El vértigo puede producir náuseas, vómito, se puede sudar y mover los ojos anormalmente.
En el vértigo muchas veces tiene que ver el oído interno (sistema vestibular). Se le puede atribuir también a infecciones o trastornos al oído, a la migraña, tumores, lesiones a la cabeza, infartos, perforación del oído u otros. Si es que al vértigo lo acompaña visión doble, dificultades para hablar, hay debilidad en los brazos o las piernas, cambios en el estado de alerta o dificultades para caminar, lo que se debe hacer es acudir al médico con urgencia.
Es muy importante hacer la distinción entre uno y otro, porque las causas suelen ser distintas.