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Conociendo los lunares
Categoría | Médico de Cabecera
30/04/2016

Conociendo los lunares

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Muchas veces los lunares eran símbolos de coquetería y se añadían, falsos, como parte importante del atractivo femenino.

Lo real es que si un lunar puede verse gracioso o bonito, es un crecimiento en la piel de células llamadas melanocitos, que están rodeadas de tejido. Los lunares son muy comunes y cada persona puede tener entre 10 y 40. Suelen aparecer hasta más o menos los 40 años de edad.

La forma y color de los lunares varía, pudiendo ser oscuros, marrones o rosados; pueden ser redondos u ovalados,  planos o de forma sobresaliente. Generalmente no son más grandes que el borrador de un lápiz común.

Si es que un lunar tuviera una forma atípica, fuera anormalmente oscuro o se notara algún crecimiento o cambio en él, lo recomendable es acudir a un dermatólogo, médico especialista en piel, para que lo examine, pues este tipo de lunares pueden desarrollar lo que se llama melanoma, que es un tipo de cáncer a la piel.

Es bueno diferenciar lo que comúnmente se llama “marcas de nacimiento” que no son lunares sino manchas de la piel, producidas por el pigmento. Tampoco hay que confundirlos con las pecas que son pequeñas manchas causadas desde el nacimiento, por el pigmento, en la piel.

Los lunares cuando se muestran atípicos en color, forma o son sensibles (pican, escuecen o duelen) son necesariamente pasibles de ser examinados para efectuar el descarte correspondiente y recetar el tratamiento necesario en cualquier caso. Siempre es bueno saber que los lunares son marcas inofensivas y para ello lo correcto es consultar con un especialista.

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