El corazón es un músculo que tiene como trabajo bombear la sangre para llevar oxígeno y nutrientes alrededor del cuerpo. Un corazón saludable le brinda a tu cuerpo la cantidad exacta de sangre a un rimo o frecuencia cardiaca adecuada dependiendo de la actividad que estés realizando.
Cuando el corazón bombea la sangre a través de las arterias, crea un pulso que puedes sentir en las arterias cercanas a la superficie de la piel. La frecuencia cardiaca se incrementa en respuesta a la necesidad del cuerpo por recibir más oxigeno o nutrientes; por ejemplo, cuando haces ejercicios o cuando estás en una situación de peligro.

¿Qué es la frecuencia cardiaca?
La frecuencia cardiaca es el número de latidos de tu corazón en un periodo de tiempo. Generalmente se miden por las pulsaciones que se tengan por minuto. Una de las formas más comunes y simples de medir la frecuencia cardiaca es colocando la yema de los dedos (no el pulgar) sobre la muñeca, justo por encima de la arteria radial.
Valores normales de una frecuencia cardiaca
La frecuencia o ritmo cardiaco dentro de los patrones normales en adultos (cualquier persona mayor de 10 años) se encuentra entre 60 y 100 latidos por minuto. Es necesario mencionar que reduce su velocidad progresivamente a medida que los niños entran a la adolescencia. Esta medición es importante ya que ayuda a diagnosticar diferentes enfermedades cardiacas y otras condiciones médicas.
Frecuencia cardiaca normal por edades:
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¿Cómo reconocer una frecuencia cardiaca anormal?
Tu corazón cuenta con un “sistema eléctrico” que te indica cuando latir y cuando enviar la sangre a través del cuerpo. Si existe algún problema en este sistema, puede que experimentes un ritmo anormal. Se considera normal que tu ritmo cardiaco varíe a lo largo del día, respondiendo a distintas actividades y emociones.

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