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Salud del corazón

Derrame Pericardio: Causas, Síntomas y Tratamiento

Por: Auna
Apr 7, 2022 9:09:00 AM

El derrame pericardio es la acumulación de líquido en el saco pericárdico que rodea el corazón y que puede producirse si una enfermedad o lesión lo ha dañado. Conocer las causas, síntomas y tratamientos de esta afección es crucial para un diagnóstico temprano y una intervención adecuada.

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Reconocer y tratar a tiempo el derrame pericardio es crucial para prevenir complicaciones graves y asegurar una recuperación exitosa. 

Si se deja sin tratar, el derrame pericardio puede progresar rápidamente a una deficiencia cardíaca o incluso la muerte.

Por esta razón, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son esenciales para reducir el riesgo de complicaciones y mejorar el pronóstico a largo plazo.

Introducción a Derrame Pericardio 

El pericardio es una membrana delgada y de doble capa que rodea y protege el corazón. 

Cumple varias funciones importantes, entre las cuales se encuentra proteger al corazón de infecciones y lesiones y mantenerlo en su posición en el tórax.

El derrame pericárdico es una acumulación de líquido en la zona que rodea al corazón. 

Puede causar molestias en el pecho y otros problemas que pueden llegar a ser graves si no se trata.

Causas del derrame pericardio

El derrame pericardio puede ser causado por varios factores, entre los cuales se incluyen:

  • Inflamación del pericardio (pericarditis): La pericarditis es una inflamación del pericardio que puede provocar la acumulación de líquido en el espacio pericárdico.
  • Traumatismo torácico: Un golpe o lesión en el tórax puede dañar el pericardio y ocasionar la acumulación de líquido. Los accidentes automovilísticos, caídas y lesiones deportivas son ejemplos de traumas que pueden causar un derrame pericardio.
  • Infecciones: Las infecciones bacterianas, virales, micóticas o parasitarias pueden provocar un derrame pericardio al causar inflamación y acumulación de líquido en el espacio pericárdico.
  • Cáncer: Los tumores malignos, como el cáncer de pulmón y el cáncer de mama pueden diseminarse al pericardio. 
  • Insuficiencia renal.
  • Enfermedades autoinmunitarias como el lupus y la artritis reumatoide.
  • Cirugía cardiaca: Las intervenciones quirúrgicas en el corazón pueden causar un derrame pericardio debido a la inflamación postoperatoria, infecciones o complicaciones relacionadas con la cirugía.
  • Fármacos y medicamentos: Algunos medicamentos pueden aumentar el riesgo de derrame.

Es importante acudir al médico ante cualquier síntoma inusual para diagnosticar la causa subyacente y recibir el tratamiento necesario.

Síntomas del derrame pericardio

Los síntomas del derrame pericardio pueden variar dependiendo de la gravedad y la rapidez con la que se acumula el líquido en el espacio pericárdico. 

Algunos de los síntomas más comunes son dolor en el pecho, que puede ser agudo, constante o intermitente y a menudo se siente en la parte central o izquierda del pecho. 

El dolor puede empeorar al acostarse, al respirar profundamente o al toser y puede aliviarse al inclinarse hacia adelante o sentarse.

También puede presentarse dificultad para respirar, especialmente al acostarse o realizar actividades físicas.

Otros síntomas pueden incluir una sensación de presión en el pecho, aturdimiento o fatiga.

Es importante comentar cualquier síntoma con el médico para evaluar la posibilidad de un derrame pericárdico y recibir tratamiento rápido si es necesario.

Diagnóstico 

El diagnóstico del derrame pericárdico suele realizarse mediante exploración física y pruebas de imagen. 

El médico ausculta el corazón para detectar ruidos anormales o cambios en la frecuencia cardiaca que puedan indicar una acumulación de líquido en el saco que rodea el corazón. 

Además, puede evaluar signos y síntomas como dificultad para respirar, dolor en el pecho o fatiga.

Las pruebas de imagen, como el ecocardiograma, permiten visualizar la presencia de líquido, así como el tamaño, el movimiento y la forma del corazón. 

También pueden ser necesarias pruebas adicionales, como una tomografía computarizada o una radiografía del tórax.

En algunos casos, puede recurrirse al cateterismo cardíaco para drenar el líquido presente en el pericardio. 

Cuando se confirma el diagnóstico de derrame pericárdico, suelen solicitarse más pruebas para determinar su causa.

Tratamiento para el derrame pericardio 

El tratamiento del derrame pericardio debe ser individualizado y adaptado a las necesidades del paciente, teniendo en cuenta la causa, la gravedad y la evolución clínica. 

Algunas opciones de tratamiento incluyen:

Tratamiento con medicamentos: En los casos en los que no existe riesgo inminente de taponamiento cardíaco, el médico puede optar por recomendar reposo y utilizar medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y la colchicina para reducir la inflamación del pericardio.

Pericardiocentesis: Si el derrame pericardio es moderado o severo, o si causa síntomas como dificultad para respirar o taponamiento cardiaco, se puede realizar una pericardiocentesis. 

Este procedimiento implica la inserción de una aguja fina y un catéter en el espacio pericárdico para drenar el exceso de líquido y aliviar la presión sobre el corazón.

Cirugía: En casos recurrentes, crónicos o complicados, se pueden realizar intervenciones quirúrgicas como la ventana pericárdica o pericardiectomía. 

La ventana pericárdica implica la creación de una abertura en el pericardio para permitir que el líquido se drene hacia una cavidad del cuerpo adyacente, mientras que la pericardiectomía implica la eliminación quirúrgica de una parte del pericardio para prevenir futuras acumulaciones de líquido.

Tratamiento de la causa subyacente: Es importante identificar y tratar la causa subyacente del derrame pericardio, como infecciones, enfermedades autoinmunitarias o insuficiencia renal. El tratamiento específico dependerá de la causa identificada.

La atención médica oportuna y el seguimiento regular son cruciales para garantizar una recuperación exitosa y prevenir complicaciones.

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