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Tratamiento del Desgarro Muscular: Opciones Disponibles

Escrito por Auna | Apr 19, 2022 4:24:00 PM

El desgarro muscular es una lesión común y que le puede ocurrir tanto a un atleta de alto rendimiento como a cualquier persona que se encuentra realizando una actividad cotidiana. En este artículo, encuentras las diferentes opciones de tratamiento disponibles, desde métodos conservadores y farmacológicos hasta terapias de rehabilitación y enfoques más avanzados.


Cualquiera puede estar expuesto a sufrir un desgarro muscular.

Por eso es tan importante conocer los tratamientos que pueden ayudar a minimizar el dolor, acelerar la recuperación y prevenir complicaciones.

Además, el tratamiento adecuado también puede reducir el tiempo de reposo y que puedas retomar tus actividades cotidianas y deportivas de manera más rápida y segura.

Qué es un desgarro muscular

Un desgarro muscular es una lesión que se produce por un estiramiento excesivo o brusco de las fibras musculares.

El desgarro muscular puede provocar dolor, inflamación y dificultad de movimiento.

Según la cantidad de fibras musculares afectadas, el desgarro muscular puede ir desde leve o Grado 1, hasta severo o Grado 3.

Causas y factores de riesgo

Las causas comunes de un desgarro muscular incluyen la realización de movimientos bruscos, actividades de alta intensidad sin un calentamiento adecuado, fatiga muscular y falta de flexibilidad. 

Los factores de riesgo pueden ser tanto intrínsecos, como la edad o alguna condición de salud preexistente, como extrínsecos, por ejemplo un zapato inadecuado. 

Tratamiento inicial y cuidados básicos del desgarro muscular

Método RICE (reposo, hielo, compresión y elevación)

El método RICE es un enfoque de tratamiento inicial ampliamente utilizado para lesiones musculares, como desgarros. Consiste en:

Reposo: Permitir que el músculo afectado descanse, evitando las actividades físicas que puedan agravar la lesión.

Hielo: Durante los primeros 2 o 3 días, aplicar hielo en la zona de la lesión por unos 20 minutos varias veces al día.

Esto ayuda a reducir la inflamación y aliviar el dolor.

Compresión: Utilizar una venda elástica o una férula que comprima suavemente el área lesionada.

Esto le ofrece soporte al músculo y ayuda a reducir la hinchazón.

Elevación: Siempre que sea posible, elevar el área afectada lo que ayuda a reducir la inflamación al disminuir el flujo sanguíneo.

Uso de analgésicos y antiinflamatorios

El médico puede recetar algún medicamento que ayude a reducir la inflamación y calmar el dolor.

Los más comunes son el paracetamol y el ibuprofeno, los cuales debes utilizar en las dosis que el profesional de la salud te recomiende.

Es importante no automedicarse, ya que esto puede generar efectos secundarios o enmascarar otros síntomas.

Terapias de rehabilitación

Fisioterapia

En el caso de un desgarro muscular, la fisioterapia es una parte muy importante del proceso de recuperación.

El fisioterapeuta es el profesional indicado para diseñar un programa de ejercicios que facilite una rehabilitación más rápida.

La fisioterapia puede incluir:

Ejercicios de movilidad y estiramiento: Ayudan a mejorar el rango de movimiento y la flexibilidad del músculo lesionado.

Terapia de masaje: Acelera la curación y ayuda a aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea.

Electroterapia: Se utiliza corriente eléctrica de baja intensidad para estimular los nervios. Esto también ayuda a reducir la sensación de dolor.

Terapia ocupacional

Es especialmente útil para las personas que enfrentan dificultades en sus actividades diarias debido al desgarro muscular.

El terapeuta puede enseñar técnicas para realizar esas tareas de una forma más segura y cómoda.

Hidroterapia

En este tipo de terapia, se aprovechan las propiedades del agua para facilitar la rehabilitación. 

Es especialmente beneficiosa para aquellas personas a las que se les dificulta realizar los ejercicios debido a la debilidad muscular.

Tratamientos avanzados para el desgarro muscular

Plasma rico en plaquetas

El tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP) es una opción terapéutica avanzada y mínimamente invasiva.

Se utiliza en la medicina deportiva para lesiones musculares.

Terapia con células madre

Esta terapia implica el uso de células que se obtienen de fuentes como la médula ósea o tejido adiposo del paciente, las cuales luego se inyectan en el área lesionada. 

Aplicando esta terapia es posible mejorar la regeneración del tejido muscular dañado y acelerar el proceso de curación.

Terapia con láser

Se aplica láser para estimular la reparación de tejidos y reducir el dolor e inflamación en el área afectada. 

Es muy utilizada en el tratamiento de lesiones deportivas, como desgarros musculares o esguinces.

Puede aumentar la circulación sanguínea, mejorar el drenaje linfático y aumentar la actividad metabólica.

Cirugía en casos graves de desgarro muscular

Es el médico especialista, como un traumatólogo evaluará la lesión y determinará si la cirugía es necesaria.

El proceso de recuperación después de la cirugía de desgarro muscular puede variar según la extensión de la lesión y el procedimiento realizado.

Una vez realizada la operación puede ser necesario realizar ejercicios de rehabilitación para fortalecer el músculo.

El tiempo de recuperación total varía según el paciente y la lesión, pero en general, puede tomar varias semanas o meses para que el músculo lesionado vuelva a recuperar la función y fuerza normales.

Cómo prevenir el desgarro muscular

Realizar un calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física es fundamental para prevenir desgarros musculares y otras lesiones. 

El calentamiento incrementa el flujo sanguíneo a los músculos, mejora la flexibilidad y prepara al cuerpo para el ejercicio. 

Puedes empezar con ejercicios aeróbicos de baja intensidad y estiramientos de los músculos que utilizarás durante la actividad física.

Además, es importante trabajar en el fortalecimiento de los músculos que rodean las articulaciones.

También es fundamental mantener una dieta equilibrada.

Consumir suficientes proteínas, vitaminas y minerales es crucial para mantener la salud de los músculos y facilitar la reparación de tejidos. 

Además, dormir lo suficiente permite que el cuerpo se recupere de la actividad física y evita la fatiga muscular que puede conducir a lesiones. 

No olvides mantenerte hidratado antes, durante y después del ejercicio, no solo para tener un buen rendimiento físico, sino también para prevenir lesiones.

Cómo se diagnostica el desgarro muscular

El diagnóstico generalmente comienza con un examen físico, donde el médico evaluará la zona lesionada para determinar la ubicación del desgarro muscular y el nivel de dolor.

También puede realizar pruebas de movilidad para comprobar el alcance de la lesión.

En el caso de que el médico necesite más información para confirmar el diagnóstico, puede solicitar estudios de imágenes, como por ejemplo una resonancia magnética.

Una vez realizado el diagnóstico, el profesional determinará cuál es el mejor tratamiento tomando en cuenta la gravedad de la lesión y las condiciones del paciente.

Cuáles son los síntomas de un desgarro muscular

Los síntomas pueden variar según la gravedad y la ubicación de la lesión, pero los más comunes son:

  • Dolor agudo y repentino: En el momento de la lesión el dolor suele ser intenso y puede empeorar si se intenta mover o estirar el músculo afectado.
  • Hinchazón
  • Hematoma en la zona de la lesión
  • Debilidad o pérdida de fuerza: Si el músculo está desgarrado pierde fuerza, lo que dificulta la realización de movimientos o actividades.

Hay que tener en cuenta que la intensidad de los síntomas puede variar de acuerdo a la gravedad del desgarro y a la tolerancia al dolor de cada individuo.

Si sospechas que has sufrido un desgarro muscular, consulta con el médico para que realice el diagnóstico y determine el mejor tratamiento para tu caso.

Preguntas frecuentes sobre desgarros musculares y su tratamiento

¿Cuáles son los músculos más comúnmente afectados por los desgarros musculares?

Pueden ocurrir en cualquier músculo, pero los más comúnmente afectados son los de la pantorrilla, los muslos y los brazos.

¿Los desgarros musculares solo ocurren durante el ejercicio o deportes?

No, los desgarros musculares también pueden ocurrir durante las actividades cotidianas, como levantar objetos pesados o realizar movimientos bruscos.

¿Los desgarros musculares pueden afectar a personas de todas las edades?

Sí, aunque son más comunes en personas mayores y en aquellos que realizan actividad física intensa.

¿Cuándo se puede volver a hacer ejercicio después de un desgarro muscular?

Es importante seguir las recomendaciones del médico y del fisioterapeuta, pero generalmente es posible realizar ejercicios suaves después de algunas semanas en fase de reposo.

¿Es necesario hacer una cirugía para tratar un desgarro muscular o rotura?

En la mayoría de los casos, este tipo de lesiones, cómo la distensión o la rotura de fibras musculares, pueden ser tratadas sin cirugía.

Pero en casos más graves la intervención quirúrgica puede ser una medida necesaria.