Tras escuchar acerca de un soplo cardiaco, muchas personas tienden a alarmarse pensando que es el fin del mundo; sin embargo, en este artículo te haremos saber qué es realmente y las señales a las que deberás estar atento para detectarlo.
El corazón humano cuenta con cuatro cavidades, las cuales están conectadas por válvulas por donde la sangre fluye. El sonido que solemos conocer como latidos, son los ruidos que producen las válvulas al abrirse y cerrarse para permitir el flujo de la sangre por estas cavidades.
Ocurren casos especiales donde, entre el palpitar del corazón, se escucha un ligero soplo o ruido áspero. Son estas ocasiones cuando se considera que se tiene un soplo cardiaco, el cual indica que en nuestro sistema circulatorio contamos con un fluido anormal de sangre, donde una de las válvulas del corazón no cierra de manera correcta o es más rígida que las demás.
En el caso de un soplo cardiaco benigno, no existen síntomas notorios; sin embargo, en el caso de los soplos anómalos, los síntomas son los siguientes:
Un soplo benigno, al no contar con síntomas notorios, suele ser diagnosticado a través de un chequeo físico de rutina. En algunos casos, los soplos anómalos son diagnosticados de la misma manera; pero para determinar su gravedad, el médico suele ordenar estudios adicionales como: radiografías de tórax, electrocardiografías o ecocardiografías.
Lo más recomendable tras haber sido diagnosticado con un soplo cardiaco, es asistir a un médico especialista en cardiología para que determine el tratamiento que se deba llevar a cabo para eliminarlo.
Cuando se trata de soplos benignos no es necesario un tratamiento; sin embargo, cuando se trata de un soplo anómalo, los tratamientos constan del uso de: diuréticos, antibióticos y anti-inflamatorios. Si el malestar fuera de mayor gravedad, se debe optar por intervenciones quirúrgicas.
En muchos casos las apariciones de soplos cardiacos pueden prevenirse llevando un estilo de vida sano; evitando alimentos con alto contenido graso y de sodio, los cuales pueden aumentar nuestra presión arterial.