Parto natural: todo lo que debes saber

El parto natural es una de las experiencias más profundas que puedes vivir como mujer. Es un proceso que permite dar a luz sin intervenciones médicas innecesarias, fomentando un enfoque más íntimo y consciente. A lo largo de esta guía, entenderás las etapas, opciones y consideraciones que rodean el parto natural, para que te sientas empoderada en tu decisión de traer al mundo a tu bebé de manera segura y saludable.

Qué es el parto natural

El parto natural se refiere a dar a luz sin el uso de medicamentos o intervenciones médicas como la cesárea o la anestesia epidural. 

En este tipo de parto, tu cuerpo sigue su curso natural, permitiendo que las contracciones uterinas, la dilatación del cuello del útero y la fuerza de las contracciones guíen el proceso. 

Aunque esta opción puede implicar una mayor sensación de dolor, muchas mujeres la eligen porque desean tener más control sobre la experiencia y minimizar los riesgos asociados con las intervenciones médicas.

Fases y etapas del trabajo de parto

El trabajo de parto consta de tres etapas principales, que te llevarán desde las primeras contracciones hasta el momento en que tu bebé nace y se expulsa la placenta.

Fase 1: Dilatación del cuello uterino

Esta etapa es la más larga y se divide en dos fases: la fase latente y la fase activa. 

Durante la fase latente, el cuello del útero comienza a dilatarse gradualmente, alcanzando los 6 cm. 

Podrías sentir contracciones leves y notorias, similares a los cólicos menstruales. 

Aquí, es probable que aún te encuentres en casa, aprovechando para caminar, tomar un baño o usar técnicas de respiración que hayas aprendido durante las clases prenatales.

En la fase activa, las contracciones se vuelven más fuertes y regulares, y el cuello uterino se dilata entre 6 y 10 cm. 

Esta fase puede durar varias horas y es aquí donde deberás dirigirte al hospital o centro de maternidad si aún no lo has hecho​.

Fase 2: Expulsión del bebé

Esta es la fase donde se requiere más esfuerzo físico. Tu cuello uterino estará completamente dilatado y las contracciones se intensificarán. 

Es el momento de empujar para ayudar a que la cabeza del bebé avance a través del canal vaginal. 

A medida que empujas, sentirás una fuerte presión en la pelvis y, finalmente, la cabeza del bebé pasará por el cuello del útero y la vagina​.

Fase 3: Expulsión de la placenta

Una vez que tu bebé ha nacido, el útero continuará contrayéndose para expulsar la placenta, lo que generalmente ocurre unos minutos después del nacimiento. Esta fase es fundamental para evitar complicaciones, como el sangrado excesivo​

Beneficios del parto natural

El parto natural ofrece múltiples beneficios, tanto para la madre como para el bebé. 

Para la madre

Uno de los principales beneficios del parto natural es que la madre tiene un mayor control durante el proceso. 

Al optar por un parto sin intervenciones médicas innecesarias, la mujer puede moverse libremente, adoptar posiciones que le resulten cómodas y participar activamente en el nacimiento de su bebé. 

Esta libertad permite que cada madre viva el proceso de forma más personalizada y según sus necesidades, lo que reduce la sensación de ser una espectadora pasiva del acontecimiento.

Otro aspecto positivo es el menor riesgo de complicaciones quirúrgicas. Al evitar procedimientos como la cesárea o el uso de instrumentos para extraer al bebé, disminuyen las posibilidades de infecciones postoperatorias, hemorragias o complicaciones derivadas de la anestesia. 

Además, la madre no tiene que afrontar un periodo de recuperación postquirúrgica, lo que contribuye a una recuperación más rápida. 

Tras un parto natural, es común que las mujeres se sientan más capaces de cuidar de su bebé y retomar sus actividades diarias con mayor prontitud, en comparación con otros tipos de parto que requieren un proceso de sanación más largo.

Para el bebé

Desde la perspectiva del bebé, el parto natural ofrece una mejor adaptación a la vida extrauterina. 

Durante un parto natural, el paso por el canal de parto estimula físicamente al bebé, lo que ayuda a eliminar el líquido amniótico de los pulmones y facilita la primera respiración. Esta transición fisiológica prepara mejor al bebé para la vida fuera del útero.

Además, el proceso natural de nacimiento estimula el sistema inmunológico del bebé, ya que durante el parto, el recién nacido entra en contacto con las bacterias beneficiosas de la madre, lo que ayuda a fortalecer su microbiota y sistema inmune desde los primeros momentos de vida. 

Beneficios psicológicos

El parto natural también favorece el establecimiento de una conexión emocional más intensa entre madre e hijo. 

El parto es un evento profundamente emocional, y las mujeres que pasan por un proceso de parto natural tienden a describirlo como un momento de gran conexión con su bebé y con su propio cuerpo. 

Al no estar influenciadas por medicamentos o intervenciones, muchas madres sienten que pueden estar más presentes y conscientes del momento, lo que fortalece ese vínculo inicial.

Técnicas para el manejo del dolor

Aunque el parto natural no incluye anestesia o medicamentos fuertes, existen varias técnicas que puedes emplear para aliviar el dolor. 

Algunas de las más comunes son:

• Respiración y relajación: Aprender a controlar tu respiración puede ser clave durante las contracciones. Practicar la relajación enfocada te ayudará a reducir la tensión en tu cuerpo.
• Hidroterapia: Utilizar agua tibia a través de una ducha o bañera puede ser relajante y disminuir la intensidad del dolor.
• Pelotas de parto: Moverte sobre una pelota de ejercicio puede ayudar a posicionar la cabeza del bebé y promover el avance del trabajo de parto.
• Masajes: Pedir a tu acompañante que te dé un masaje suave entre contracciones también puede ofrecer alivio​.

Consideraciones sobre el parto natural

Es importante que, si optas por un parto natural, te mantengas abierta a las recomendaciones de tu equipo médico. 

Aunque tu plan sea evitar intervenciones, siempre existe la posibilidad de que surjan complicaciones que requieran un cambio en el enfoque, como la necesidad de una cesárea o el uso de medicamentos para inducir o acelerar el trabajo de parto​.

¿Es el parto natural adecuado para ti?

El parto natural es una opción segura para muchas mujeres, especialmente si tienen un embarazo de bajo riesgo. 

Sin embargo, cada cuerpo es diferente y debes considerar factores como tu tolerancia al dolor, tu salud y la del bebé, y las posibles complicaciones que podrían surgir durante el proceso​

Habla con tu médico para evaluar todas las opciones disponibles y crear un plan de parto que se ajuste a tus deseos y necesidades, manteniéndote siempre flexible ante posibles imprevistos​.

Recuperación después del parto natural

La recuperación tras un parto natural suele ser más rápida en comparación con un parto por cesárea. 

Sin embargo, es normal experimentar dolor vaginal, especialmente si hubo desgarros durante el nacimiento. 

Ejercicios como los Kegel pueden ayudarte a fortalecer los músculos del suelo pélvico y acelerar tu recuperación. 

Además, es probable que experimentes loquios, un sangrado vaginal que puede durar hasta seis semanas​.

Durante este periodo, es esencial que recibas atención médica y emocional. 

Establecer la lactancia materna también será una prioridad en las primeras horas después del parto, por lo que contar con el apoyo de un especialista en lactancia te ayudará a resolver cualquier duda o dificultad​.

¿Qué sucede si es necesaria una cesárea?

A pesar de tus esfuerzos por tener un parto natural, puede haber circunstancias donde una cesárea sea necesaria para proteger tu salud y la de tu bebé. 

Situaciones como la falta de progreso en el trabajo de parto, la frecuencia cardíaca anormal del bebé o complicaciones con la placenta podrían llevar a tu médico a recomendar esta intervención​.

Si esto sucede, tu equipo médico te guiará en cada paso del proceso para garantizar la mejor atención.

Preguntas frecuentes

¿Es posible tener un parto natural después de una cesárea previa?

Sí, es posible. Sin embargo, no todas las mujeres son candidatas, ya que depende de factores como el tipo de incisión de la cesárea anterior y tu estado de salud actual. Consulta a tu médico para evaluar tu caso particular.

¿Cuánto tiempo puede durar un parto natural?

La duración de un parto natural es muy variable. Para madres primerizas, el trabajo de parto puede durar entre 12 y 24 horas, mientras que en partos posteriores suele ser más corto. Sin embargo, cada mujer y cada parto son únicos, por lo que este tiempo puede variar.

¿Qué debo hacer si mi parto natural no progresa según lo esperado?

Si el parto no progresa adecuadamente, es posible que tu médico sugiera intervenciones como la administración de oxitocina para inducir o acelerar el trabajo de parto. También se podría considerar una cesárea si surgen complicaciones que pongan en riesgo tu salud o la del bebé.

Conclusión

El parto natural es una experiencia profundamente personal que te permite participar activamente en el nacimiento de tu hijo. 

Si decides optar por esta modalidad, estar informada y preparada te permitirá tomar decisiones con confianza, sintiendo el apoyo del equipo médico a lo largo del proceso. 

Recuerda que, sea cual sea el tipo de parto que elijas, lo más importante es la seguridad y el bienestar de ambos, tú y tu bebé.

National Institutes of Health (2019). ¿Cuáles son las etapas del trabajo de parto? En: https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/labor-delivery/informacion/etapas