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¡No mueras "por la boca"!

Escrito por Auna | Apr 12, 2016 5:00:00 AM

El Tabaco: enemigo de tus dientes
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A estas alturas, ya debes estar muy bien informado acerca de los daños que el humo del tabaco produce sobre los pulmones y el sistema respiratorio, así como el impacto negativo de este hábito sobre la salud de tu corazón. Fumar no sólo eleva tu vulnerabilidad hacia enfermedades tan graves como el cáncer al pulmón o los accidentes cerebro-vasculares, sino también deteriora tu salud bucal, la cual nunca debes dejar de lado.
Sea cual sea tu nivel de consumo de cigarrillos, los problemas que produce la costumbre de fumar sobre tu bienestar bucodental van desde algunos cambios estéticos y leves molestias, hasta enfermedades tan graves como el cáncer.
Muchos estudios han comprobado la relación entre el tabaquismo y las afecciones orales, y han resaltado la necesidad de no sólo fomentar el abandono del cigarro, sino de incentivar la higiene bucal, en caso se insista en seguir siendo un fumador, a fin de disminuir sus efectos negativos.
La halitosis (mal aliento u olor bucal) y las manchas en los dientes son los problemas más leves, aunque no por ello menos molestos, que produce el tabaco en tu salud oral.
El humo del cigarrillo y sus componentes, así como el calor producido al fumar, favorecen la excesiva proliferación de bacterias. Igualmente, fumar irrita y reseca las mucosas orales, impidiendo el efecto limpiador y de oxigenación de la saliva en la cavidad bucal. De otro lado, las sustancias químicas de los cigarrillos se adhieren al esmalte dental, causando anti-estéticas manchas oscuras.
La enfermedad periodontal (infección de las encías que puede producir, incluso, el desprendimiento de piezas dentales) y el cáncer de boca, son las consecuencias más graves asociadas al consumo de tabaco. Una adecuada higiene dental, aún cuando se siga siendo un fumador habitual, puede ayudar a evitar la acumulación bacteriana y de las sustancias químicas del cigarro en la boca, reduciendo los riesgos de estas afecciones. Cepillar los dientes, la lengua y el interior de las mejillas luego de comer y fumar, así como el uso diario del hilo dental, son medidas básicas para mantener en control la presencia bacteriana. Sin embargo, eliminar por completo el consumo de cigarrillos es lo mejor que puedes hacer para preservar tu salud en general.