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07/10/2020
Los peligros de fumar o vapear en tiempos de coronavirus
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala al tabaco como un factor de riesgo para el cáncer y otras enfermedades, y a sus componentes como carcinógenos. En este sentido, debido a los efectos que genera el nuevo coronavirus en el organismo, sobretodo en los pulmones, fumar tabaco potencia enormemente el riesgo de desarrollar una enfermedad grave en caso de contagio del COVID-19.
Fumar daña las defensas de los pulmones y perjudica el sistema inmune. Vapear (consumir cigarrillos electrónicos), en tanto, lleva a una inflamación inmediata y daña al pulmón.
"Los fumadores tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones respiratorias", sostiene George Eapen, del Departamento de Medicina Pulmonar de la Universidad de Texas. “Vapear puede incluso ser peor”, agrega.
La nicotina y el COVID-19
De acuerdo con la American Chemical Society, en la casa de un fumador infectado (que puede ser asintomático) las partículas de coronavirus, que tienen una longitud de solo 0.1 micrómetros, pueden transmitirse a otras personas adhiriéndose a las partículas y gotitas que se exhalan. Estas llegan a tener una longitud de entre 0.2 a 0.5 micrómetros.
Esto pone en peligro a los fumadores pasivos, personas expuestas al humo del tabaco y cigarrillos electrónicos. Vapear ha sido señalado como factor de riesgo por el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de EE.U.U., la Administración de Medicamentos y alimentos (FDA) y otras entidades. ¿Cuál es el problema?
En setiembre de 2019, Estados Unidos alcanzó un pico de personas hospitalizadas (82%) por problemas pulmonares asociados al uso de cigarrillos electrónicos o productos para vapear que contienen la sustancia tetrahidrocannabinol (THC), acetato de vitamina E y otros aditivos. No está demás señalar que, con los pulmones dañados, el golpe del COVID-19 puede ser aún mayor en personas con diagnóstico positivo.
El riesgo físico
Fumar también está asociado al contacto manual con el cigarro. Así lo asegura la Organización Mundial de la Salud.
“Es probable que los fumadores sean más vulnerables al COVID-19, ya que el acto de fumar supone arrimar los dedos (y los cigarrillos, que pueden estar contaminados) a los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca”.
También se alertó acerca de ciertos artefactos utilizados para fumar, como las pipas de agua, que suelen conllevar el uso compartido de boquillas y mangueras, lo que puede facilitar la transmisión de la COVID-19 en ambientes comunitarios y sociales.
Fumar puede salir caro si llegamos a enfermarnos de COVID-19. Lo mejor, debido a la pandemia e incluso después de ésta, es dejar de fumar. Nuestros pulmones nos lo agradecerán.