El piercing y el tatuaje
¿la moda no incomoda?
Lo que está de moda o “se usa” generalmente no causa incomodidad ni problemas, pero a veces sí. En este caso, la perforación (piercing) y el tatuaje de la piel que son prácticas que remontan a tiempos anteriores y que tan en boga están ahora, especialmente entre la juventud, pueden tener ciertos riesgos para la salud que van desde posibles infecciones como la hepatitis, reacciones alérgicas y cicatrices queloides que se forman durante la curación.
Usar joyas corporales implica el tener que abrir agujeros en la piel para insertar los objetos de joyería. Esto generalmente se hace en los lóbulos de las orejas para insertar después los llamados aretes o pendientes. Sin embargo también se perfora en otras partes de la oreja, las aletas de la nariz, los labios, la zona de las cejas y también la lengua.
La perforación implica una pequeña herida que cicatrizará alrededor de la joya y cuando lo haga, quedará la perforación. Las perforaciones, si se hacen, deben realizarse con la máxima higiene, cuidando que los instrumentos que se usen y la pieza a insertar estén perfectamente esterilizados. Lo mismo debe cuidarse en la zona de piel que se trate.
Existirán al principio algunas molestias locales, que irán desapareciendo. Si hubiese algún problema con el piercing, se deberá consultar de inmediato al médico y seguir fielmente sus instrucciones. Hay que tener cuidado en esto, pues se puede dañar la salud por un capricho.
Los tatuajes, que se remontan también en la historia a muchos miles de años, son algo más complicado. Por lo general son realizados por especialistas que dibujan en la piel usando agujas y tintas de colores. El proceso es laborioso, requiere paciencia y soportar el dolor que va a depender en intensidad de la zona a tatuar y de la complejidad del dibujo. Es muy importante que este proceso cuente con absolutas seguridades higiénicas; que se usen instrumentos que estén perfectamente esterilizados para tatuar la piel y que las tintas usadas sean inocuas y seguras. Hay que seguir muy bien las instrucciones para el cuidado de la piel tatuada, especialmente al principio.
Es posible borrar los tatuajes, pero será un procedimiento doloroso y puede dejar cicatrices. En el caso del piercing, si se quita el objeto, la perforación se cerrará con el tiempo, dejando o no una marca.