Categoría | Traumatologia
03/08/2019
Índice de contenidos
La lumbalgia es el dolor en la parte baja de la espalda, específicamente en la zona lumbar que se extiende desde la parte más baja de las costillas posteriores hasta la zona de los glúteos.
Se trata de uno de los principales motivos de consultas médicas, pues se estima que aproximadamente un 80% de la población presentará un cuadro de lumbalgia al menos una vez en la vida. Por eso, a continuación, te contamos más sobre esta dolencia.
¿Cómo se manifiesta?
Como un dolor persistente en la parte inferior de la espalda después de realizar actividades físicas, un movimiento repentino o levantar algo pesado. Cuando compromete al nervio ciático, el dolor suele irradiarse en forma de adormecimiento a través de los glúteos y la parte superior del muslo. Pueden presentarse también espasmos musculares.
¿Qué la causa?
Una causa muy común es la distensión de un ligamento o un músculo de la espalda. Los movimientos bruscos pueden generar estiramientos y micro desgarros. En el caso de la ciatalgia, la causa más frecuente es la hernia discal lumbar. Esta se refiere a la rotura de un disco intervertebral, ocasionando que su núcleo interno gelatinoso salga y comprima un nervio, causando el dolor.
Tipos de lumbalgia
Si bien no existe una clasificación específica de la lumbalgia, muchos especialistas distinguen dos categorías:
- Lumbalgia específica: se incluyen los diagnósticos de lumbalgia con causa conocida, aproximadamente el 20% de los casos.
- Lumbalgia inespecífica: En la inespecífica no se puede precisar una enfermedad concreta o una causa estructural para explicar el dolor. Alrededor del 90% de los casos corresponden a lumbalgia inespecífica.
¿Cuáles son los tratamientos?
En la mayoría de los casos, el médico especialista prescribirá una serie de medidas para que el dolor disminuya y evitarlo en el futuro, como por ejemplo:
- Fisioterapia
- Medicamentos antiinflamatorios
- Evitar el reposo en la cama y el sedentarismo.
- No sobrecargar la espalda. Solo levantar pesos ligeros; para hacerlo, el paciente debe flexionar las piernas.
La cirugía solo se recomienda en casos en los que el dolor es muy intenso, no disminuye con los tratamientos indicados o invalida al paciente para realizar tareas básicas.
¿Cómo se diagnostica?
Lo indicado es acudir a un médico traumatólogo, quien realizará el diagnóstico basándose en la historia clínica y la exploración física del paciente. También podría solicitar que se realicen pruebas como la resonancia magnética, para un diagnóstico más preciso.
La lumbalgia requiere que el paciente tenga un cuidado permanente de su espalda. Con la actividad física adecuada y el seguimiento médico necesario, el dolor suele disminuir y los pronósticos son muy positivos.
