La mayoría de los padres primerizos se preocupan por todo tipo de cosas, y una a la que pueden tener que enfrentarse es al estreñimiento de su recién nacido. Aunque puede ser angustioso ver a tu pequeño incómodo, la buena noticia es que la mayoría de los casos son leves.
Si tu bebé sufre estreñimiento, es probable que tengas preguntas sobre las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento disponibles.
En este artículo analizaremos cada uno de los aspectos de este problema para que puedas saber cuál es la mejor manera de aliviar las molestias de tu bebé.
Si eres padre o madre de un recién nacido, puede resultar inquietante pensar que tu pequeño sufre estreñimiento.
El estreñimiento en los recién nacidos se caracteriza por deposiciones poco frecuentes o difíciles.
Puede ir desde pocas deposiciones a la semana hasta deposiciones duras y secas, dolorosas para el bebé.
El estreñimiento en los recién nacidos puede deberse a diversas causas, como un cambio en su dieta, niveles inadecuados de hidratación y determinados medicamentos.
En los bebés alimentados con leche artificial, puede deberse a dificultades para digerir la lactosa u otros ingredientes de la leche artificial y a deshidratación por no consumir suficiente agua.
Además, algunos medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno o los antibióticos, pueden provocar estreñimiento o molestias durante la digestión.
Cuando el estreñimiento persiste puede deberse a otros problemas subyacentes, por lo que es importante consultar con el médico.
Algunos síntomas frecuentes del estreñimiento en los recién nacidos son deposiciones duras o secas que duelen al salir, así como llanto o inquietud durante las deposiciones.
Los lactantes también pueden defecar menos de lo esperado.
Si te preocupa que tu hijo esté estreñido, habla con tu médico y vigila atentamente su dieta y la frecuencia de sus deposiciones.
Por lo general el estreñimiento se presenta en niños que han empezado con los alimentos.
En los casos leves de estreñimiento, lo más eficaz es aumentar la ingesta de fibra y agua, y alimentos como las ciruelas pasas pueden ayudar a estimular el tránsito intestinal.
Además, puede ser una buena idea masajear suavemente el bajo vientre del bebé, ya que esto puede ayudar a mover los desechos a través del intestino al tiempo que crea una sensación de relajación y comodidad.
Si es necesario, consulta con el médico si puedes utilizar un supositorio.
Mantener un sistema digestivo sano es de suma importancia cuando se trata de recién nacidos.
Afortunadamente, los consejos de prevención para reducir el estreñimiento en los bebés son sencillos y directos.
En primer lugar, es esencial asegurarse de que el bebé bebe suficiente líquido a diario, ya sea agua o leche materna.
Además, aliméntalo con regularidad y anímalo a moverse y mantenerse activo.
Ten en cuenta el tipo de comida que le ofreces a tu pequeño; intenta introducir en su dieta opciones ricas en fibra, como frutas y verduras.
Si tu bebé lleva varios días sin defecar, es posible que esté estreñido y debas acudir al médico para que te ayude.
Afortunadamente, la mayoría de los problemas de estreñimiento en los bebés son relativamente fáciles de tratar, y normalmente pueden hacerse en casa con cambios en la dieta o en el estilo de vida.
Si sospechas que tu recién nacido sufre estreñimiento, coméntalo con tu médico para que pueda determinar la mejor forma de ayudarle a sentirse mejor.