El cuerpo humano es un fino mecanismo que requiere estar perfectamente equilibrado y para ello es necesario ejercer control sobre él y sus funciones. El cuerpo material y el espíritu forman una unidad que tiene que operar a la par con el fin de que los resultados sean óptimos para conservar una buena salud física y mental.
Así como ofrecemos al cuerpo los cuidados necesarios y todos los elementos para su desarrollo, el espíritu requiere de atención especial, porque la vida moderna lo tiende a agredir. Por ejemplo, los ruidos muy fuertes como la música a todo volumen, crean una sensación de desasosiego y promueven el estrés; además el oído sufre y cada vez va perdiendo su capacidad física. Es un ejemplo de cómo ambas partes se ven afectadas y porqué se habla de la necesidad de tener un balance adecuado entre cuerpo y mente.