El sabor de la felicidad

No hay nada tan delicioso- y saludable- como una rica fruta.
Las frutas, de las que nuestro país es un verdadero emporio, aportan vitaminas, azúcares, proteínas, fibra y lo que es esencial: esa fresca felicidad que nos dan apenas las probamos.
Colores variados, texturas exquisitas y mil formas nos invitan a compartir el sol y a llenarnos de energía. Un viajecito al mercado y la visita donde las frutas se expenden, es como entrar al paraíso: uno donde la salud destella y parece llamarnos.
Nombres exóticos o conocidos, todos esconden detrás las maravillas que nos ofrece la naturaleza y que tenemos al alcance con solo elegir.
Las propiedades de cada fruta, son diferentes, como lo es ella: no es lo mismo un plátano que una naranja, ni un kiwi que una manzana. Tenemos para escoger y siempre acertaremos. Es cierto que algunas por sus características no son recomendadas en asociación con ciertas enfermedades o dolencias, pero para dar detalles están los médicos, que individualizarán cada caso, porque uno no es igual a otro.
El viejo dicho inglés reza: “Una manzana diaria, mantiene alejado al médico”.
¿No le parece que es hora de una fruta? ¡Prémiese!, porque es lo más natural del mundo.
Revisado por la Dirección Científica y Académica de Auna