Una gripe mal curada puede ser la causa de que se contraiga neumonía, lo cual es sumamente peligroso.
La neumonía, llamada también pulmonía es la inflamación de los alvéolos del pulmón y la producen bacterias, como el “neumococo”, o diferentes clases de virus.
La fuente de contagio, por lo general, es estar en contacto con una persona enferma, ya que la infección se transmite a través del aire, porque las secreciones respiratorias del afectado como los estornudos o la tos, llevan y esparcen los virus o bacterias causantes del mal.
Los síntomas que presenta la neumonía son varios y debe acudirse al médico a la aparición de alguno de ellos. Es el médico quien va a diagnosticar y recetar el tratamiento adecuado, ya que la neumonía se combate con antibióticos, pero lo específico de estos va a depender del tipo de virus o bacteria causante de la enfermedad.
Entre los signos o síntomas de la neumonía o pulmonía están: la tos que puede producir esputos de flema o de un color marrón o verde. Dolor torácico agudo especialmente cuando se respira hondo. Fiebre alta que puede producir escalofríos. A veces falta de apetito, dolores de articulaciones y de cabeza, cansancio extremo.
Los pacientes de neumonía deben guardar reposo y evitar por todos los medios los cambios violentos de clima, así como el frío, debiendo abrigarse de él.
La higiene es una de las maneras más efectivas de prevenir la neumonía, porque las manos recogen gérmenes a cada instante ya que están en contacto con superficies como pasamanos, agarraderas de puerta, monedas, etc., que los contienen. La vida sana, el ejercicio al aire libre, el consumo de una dieta rica en verduras y frutas, no fumar en absoluto y evitar beber alcohol, son acciones positivas que deberían tomarse como medidas preventivas.
Otra y muy importante, es vacunarse contra la gripe cada año, especialmente si la persona se encuentra en los 65 años o más, tiene problemas en el sistema inmunológico o es un niño pequeño.
La pulmonía, ya se ha dicho, es una enfermedad infecciosa de alto contagio, de la cual hay que cuidarse especialmente, pues en ciertos casos no atendidos, puede ser de necesidad mortal.
Revisado por la Dirección Científica y Académica de Auna