Blog AUNA | Transformando la Experiencia de la Salud

Cómo reconocer el bullying escolar y ayudar a nuestros hijos

Escrito por Auna | Aug 19, 2019 10:57:24 PM

Cada vez más escuchamos acerca del bullying. Situaciones en las que niños o adolescentes se ven sometidos al acoso constante por parte de sus compañeros. Esto puede incluir agresiones físicas (golpes), verbales (insultos), psicológicas (acecho, desprecio) y sociales (exclusión del grupo, rumores contra la víctima, etc.).

Hay que tener en cuenta que, si bien esta situación puede generarse en la escuela, suele extenderse y continuar en la casa y otros espacios, por medio de mensajes agresivos al celular o la computadora. En los casos más extremos, las consecuencias pueden ser muy graves.

 

¿Qué hacer si mi hijo sufre acoso en el colegio?

 

Los padres deben estar atentos a cualquier señal que indique que su hijo puede estar sufriendo bullying. Los niños o adolescentes que sufren este tipo de agresiones pueden mostrarse más callados, ensimismados y con signos de depresión. A menudo no cuentan su problema por temor al acosador o a sentirse incomprendidos.

Lo primero que debes hacer ante una sospecha de este tipo es conversar con tu hijo. Es necesario confirmar si está siendo víctima de bullying o si se trata de una situación puntual, una pelea entre compañeros por la cual se siente mal. Si se trata de esto último, es mejor dejar que lo resuelvan entre ellos.

En caso de que, efectivamente, se trate de un caso de bullying, será necesario conversar con los responsables del colegio, es decir, no solo con los profesores, sino también con el director o el jefe de estudios. Es recomendable comunicar la situación a la Asociación de Padres de Familia, para que también observen a sus hijos.

Por otro lado, explícale a tu hijo que él o ella no tiene la culpa de la situación (ya que muchos tienden a culpabilizarse) y analiza las posibles razones por las que ha sido víctima de acoso. Tal vez deba reforzarse su autoestima. Para ello, a veces es necesario que algunos padres dejen de ser tan exigentes con sus hijos.

Otra forma de hacer que desarrollen mayor confianza en sí mismos, es alentándolos a que realicen actividades extraescolares o deportivas, con lo cual podrían ganar más seguridad, e incluso hacer nuevos amigos. Y si lo ves necesario, acude a un psicólogo especializado en estos casos, quien te dará pautas para superar la situación.

 

¿Qué es lo que no debe hacerse?

 

Muchos padres estimulan a sus hijos a que respondan a los acosadores de la misma manera, es decir, con agresiones. Esto puede empeorar la situación, ya que el niño podría salir más lastimado. Además, se le está sometiendo a mayor presión, obligándolo a actuar de una manera determinada.

En otras ocasiones, los padres sobreprotegen a la víctima, haciéndolo faltar a clases e incluso buscando otro colegio rápidamente. Debe tenerse en cuenta que, si el niño deja de ir a clases por temor, cuando regrese las agresiones pueden retomarse con mayor fuerza.

Por otro lado, antes de cambiarlo de escuela, debe verse qué respuesta nos dan las autoridades de la misma cuando las ponemos al corriente del problema. Por último, no es conveniente hacer como que no ocurre nada o pensar que son situaciones normales entre los chicos. El bullying no es un problema que se resolverá solo.

¿Y si es mi hijo quien hace el bullying?

 

Este caso también puede ser difícil para algunos padres, ya que les cuesta aceptar las conductas negativas de sus hijos. Lo primero que se debe evitar, evidentemente, es tratar de corregir el problema con violencia hacia el niño, ya que reforzará su idea de que así se resuelven los problemas.

Es importante tratar de resolver el problema en alianza con la escuela. En primer lugar, se debe conversar con los profesores, pidiéndoles ayuda y escuchando todas las críticas o comentarios sobre el niño o adolescente. También será necesario tratar de conocer más a los amigos de nuestros hijos, para saber qué actividades realizan.

En este último caso, si bien conocer a las amistades de nuestros hijos es necesario, debe evitarse el culpar a los demás por su mala conducta. Lo importante es conversar con ellos, señalándoles las consecuencias que puede tener su forma de actuar y enseñándoles a manejar su frustración o enojo sin agresiones.

Tanto si nuestros hijos sufren de bullying o si son quienes lo ocasionan, los padres juegan un rol fundamental en la corrección del problema. No hay que olvidar que se cuenta con la ayuda de las autoridades del colegio y de psicólogos especialistas.