Por lo general, muchos padres tienen problemas al definir la cantidad necesaria de frutas que un niño debe comer diariamente, ya sea por falta de costumbre o porque nunca consideraron que una cantidad específica puede marcar la diferencia.
Hoy, la obesidad en niños se ha convertido en una amenaza debido a que padecerlo a edad temprana aumenta en un 80% la posibilidad de tener diabetes en la adultez, según la Sociedad Peruana de Nutrición.
Consumir frutas a edad temprana trae muchos beneficios para los niños y su desarrollo, debido a su alto contenido en vitaminas y minerales que refuerzan el sistema inmunológico, lo cual evita que se contagien de enfermedades fácilmente.
Asimismo, las frutas que contienen fibras permiten que los niños tengan una digestión más ligera, previniendo el estreñimiento y a la vez, ayudando a saciar el hambre, lo que resulta beneficioso para evitar el consumo de golosinas.
Un bebé, tras cumplir los seis meses de edad puede consumir alimentos sólidos; por lo que, a partir de entonces, puede empezar a consumir algunas frutas en papillas – como plátano, kiwi, piña, melón y papaya - purés y arroz.
De este modo, luego del primer año, consumir todo tipo de frutas incluyendo cítricos se puede volver un hábito positivo, si lo formamos de la manera adecuada.
Las frutas son alimentos naturales y dulces que fácilmente pueden satisfacer las necesidades de los niños por consumir alimentos azucarados. Para formar el hábito, se puede optar por aquellas frutas que probablemente le gusten más a tu hijo. Estas suelen ser:
Según el Departamento de salud y servicios humanos de Estados Unidos, el consumo de frutas en niños varía según su edad. Por ejemplo:
En conclusión, las frutas son un elemento clave en la alimentación diaria de nuestros hijos, ya que cuentan con nutrientes esenciales para su desarrollo y, además, son nutritivas y deliciosas.
Y tú, ¿qué frutas le mandas a tu hijo en su lonchera?