¿Serás madre por primera vez? Es normal que tengas miles de dudas en la cabeza sobre: cómo es ser madre, los cuidados y, sobretodo, la alimentación que le darás a tu bebé.
Si bien, la decisión de amamantar o darle leche de fórmula a tu recién nacido es una decisión que puede ser un poco difícil, sobre todo si eres madre primeriza. Aquí te contaremos todo acerca de ambas opciones para que decidas cuál es mejor, considerando tanto a tu bebé como a ti misma.
La lactancia materna, además de fortalecer el vínculo madre-hijo, aporta diversos beneficios como:
Aun así, a pesar de tantos beneficios, se consideran algunos inconvenientes que dependen muchísimo de la madre; entre ellos, están: el riesgo de tener infecciones, como la mastitis; el tiempo de dedicación, ya que un recién nacido necesita alimentarse cada tres horas; el tener una dieta sana y, por último, sea el caso que la madre tenga un virus incurable o deba pasar por quimioterapias.
En casos como los anteriormente mencionados, debe optarse por la leche en fórmula, cuyos beneficios y desventajas te explicamos a continuación:
En los casos que la lactancia materna no sea la mejor opción para la madre, también se puede contar con la leche de fórmula, cuyos beneficios son los siguientes:
A medida que se va descubriendo a mayor detalle la composición exacta de la leche natural, la similitud de la leche artificial con la natural es mayor; conteniendo así, casi los mismos nutrientes que la leche materna.
Sin embargo, la carencia de anticuerpos, el costo que requiere su adquisición, la posibilidad de generarle gases y estreñimientos al bebé, y el tiempo que toma su preparación - ya que requiere agua e implementos esterilizados- son los mayores inconvenientes para muchas madres.
En conclusión, aunque diversas organizaciones y asociaciones dedicadas a la investigación nutricional, pediátrica y de la salud -tales como la OMS o la AAP- coincidan que la leche materna es la más adecuada para alimentar a un bebé, esta decisión depende tanto de los padres como la situación del niño.
Así que, teniendo en cuenta esta información, ¿ya pensaste cuál es la adecuada para ti y tu bebé?