La frecuencia cardíaca es uno de los indicadores más esenciales de tu
salud cardiovascular. Conocer tu frecuencia cardíaca normal puede ayudarte a identificar
posibles
problemas de salud y tomar medidas preventivas. Este artículo te proporcionará información
valiosa
sobre la frecuencia cardíaca normal, qué factores pueden afectarla y cuándo debes consultar a un
profesional de la salud.
Qué es la
frecuencia
cardíaca
La frecuencia cardíaca se refiere al número de veces que tu corazón late por minuto.
Este número puede variar dependiendo de factores como la edad, el estado físico, las emociones y la
actividad física.
Generalmente, se mide en latidos por minuto (lpm). Un corazón sano se adapta a las necesidades del
cuerpo, aumentando su ritmo durante el ejercicio y disminuyéndolo en reposo.
Frecuencia
cardíaca normal en reposo
La frecuencia cardíaca normal en reposo varía de una persona a otra y puede verse afectada por
diversos
factores, sin embargo, en general, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en
inglés)
define la frecuencia cardíaca normal en reposo para adultos entre 60 latidos por minuto y 100
latidos
por minuto.
Este rango puede variar dependiendo de varios factores:
- Edad: A medida que envejeces, tu frecuencia cardíaca en reposo puede disminuir.
- Nivel de actividad física: Los atletas entrenados suelen tener una frecuencia cardíaca en reposo
más
baja, incluso por debajo de los 60 latidos por minuto, debido a una mejor eficiencia cardíaca.
- Emociones y estrés: El estrés y la ansiedad pueden aumentar temporalmente tu frecuencia cardíaca.
- Medicamentos: Algunos medicamentos pueden influir en tu ritmo cardíaco, aumentando o disminuyendo
los
latidos.
- Estado de salud general: Condiciones médicas como enfermedades cardiovasculares, trastornos de la
tiroides y otras afecciones pueden afectar la frecuencia cardíaca.

Factores que influyen en la frecuencia cardíaca
Varios factores pueden causar variaciones en tu frecuencia cardíaca:
- Actividad física: Durante el ejercicio, el corazón late más rápido para suministrar más oxígeno y
nutrientes a los músculos.
- Temperatura corporal: El calor puede hacer que el corazón trabaje más para mantener una temperatura
corporal adecuada.
- Posición del cuerpo: La frecuencia cardíaca puede cambiar dependiendo de si estás acostado, sentado
o
de pie.
- Estados emocionales: La excitación, el miedo y la ansiedad pueden aumentar la frecuencia cardíaca.
Medición de
la
frecuencia cardíaca
Medir tu frecuencia cardíaca es simple y puede hacerse en casa:
- Encuentra tu pulso: Puedes sentir tu pulso en la muñeca (arteria radial) o en el cuello (arteria
carótida). Usa los dedos índice y medio para aplicar una ligera presión hasta sentir los
latidos.
- Cuenta los latidos: Cuenta el número de latidos en 15 segundos y luego multiplica este número
por 4
para obtener tu frecuencia cardíaca en latidos por minuto.
También puedes usar dispositivos electrónicos como monitores de frecuencia cardíaca o realizar un
electrocardiograma (ECG) para obtener una medición más precisa.

Condiciones relacionadas con frecuencias cardíacas
anormales
Bradicardia
La bradicardia se refiere a una frecuencia cardíaca en reposo inferior a 60 latidos por minuto. Puede
ser
normal en atletas bien entrenados, pero en otras personas puede indicar algún problema de salud.
Los síntomas de bradicardia pueden incluir mareos, fatiga y desmayos. Es importante consultar a un
médico
si experimentas estos síntomas junto con una baja frecuencia cardíaca.
Taquicardia
La taquicardia es cuando la frecuencia cardíaca en reposo supera los 100 latidos por minuto.
Si tu frecuencia cardíaca en reposo es consistentemente alta, es recomendable buscar atención médica,
ya
que puede ser un signo de una afección subyacente.
Importancia de la frecuencia cardíaca en la
salud
Mantener tu frecuencia cardíaca dentro de un rango normal es importante para la salud general del
corazón
y del cuerpo.
Un ritmo cardíaco normal asegura que el cuerpo reciba suficiente oxígeno y nutrientes.
Además, ayuda a mantener una presión arterial adecuada y reduce el riesgo de enfermedades
cardiovasculares.

Consejos para mantener una frecuencia cardíaca
saludable
- Ejercicio regular: La actividad física moderada y regular fortalece el corazón y mejora la
eficiencia cardiovascular.
- Dieta saludable: Consumir alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, granos enteros y
proteínas magras.
- Manejo del estrés: Actividades como la meditación y el yoga pueden ser efectivas para mantener
la
estabilidad de la frecuencia cardíaca.
- Evitar el tabaco: Fumar puede aumentar la frecuencia cardíaca y dañar el corazón.
- Controlar el peso: Mantener un peso saludable ayuda a reducir el esfuerzo sobre el corazón.
Cuándo buscar
atención
médica
Debes buscar atención médica si tu frecuencia cardíaca es consistentemente anormal (por debajo de 60
o
por encima de 100 latidos por minuto) y si presentas síntomas como mareos, desmayos, fatiga extrema
o
dificultad para respirar.
Un médico puede realizar pruebas adicionales, como un ECG, para diagnosticar la causa y recomendar el
tratamiento adecuado.
Importancia de monitorear tu frecuencia cardíaca
Conocer tu frecuencia cardíaca normal y comprender los factores que pueden influir en ella es vital
para
mantener una buena salud cardiovascular.
Medir regularmente tu frecuencia cardíaca puede ayudarte a detectar posibles problemas de salud de
manera
temprana y tomar las medidas necesarias para mantener tu corazón en óptimas condiciones.
No olvides consultar a un profesional de la salud si tienes alguna preocupación sobre tu ritmo
cardíaco.
American Heart Association (2024). All About Heart Rate. En: https://www.heart.org/en/health-topics/high-blood-pressure/the-facts-about-high-blood-pressure/all-about-heart-rate-pulse